Reflexión de las jóvenes

«Los profesores y las profesoras tratan de diferente manera a los alumnos y alumnas dependiendo de las notas, actitud,…»

«Nos da mucha rabia que nos critiquen o nos cuestionen delante de todo el grupo.»

«Tenemos la sensación de que los profesores y profesoras imponen su razón aunque lo la tengan siempre porque ejercen su autoridad»

«Yo soy la que explico y soy la que mando», «Si eres tan lista, sal tú a explicarlo» son frases que escuchamos habitualmente en las clases.

Cuando tenemos un problema con un profesor o con una profesora, cuando suena el timbre no se olvida. El problema continúa y probablemente tengas otro problema con otro/a profesor/a o comparera/o porque te has quedado mal.

«A los/as profesores/as no les afectan los problemas de la misma forma que a nosotras, no entienden nuestros problemas.»

Los profesores y profesoras llegan muy cansados a las últimas horas y suele haber más problemas en las clases que se dan al final de la mañana.

«No nos sentimos bien tratadas por los profesores y las profesoras»

«Entendemos que los profesores y las profesoras tengan problemas fuera pero no lo tienen que pagar con nosotras»

«Las profesoras y los profesores se protegen entre ellas y ellos para no tener problemas aunque sepan que sus compañeros y compañeras no tengan la razón.»

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6 comentarios

  1. Es muy fácil criticar y quejarse, lo complicado es buscar soluciones a los conflictos o alternativas a la hora de tratarlos. Como adolescentes, entendemos que tiene que ser complicado llevar una clase en la que nadie te escucha, y que la solución más fácil, o casi la única que vemos sea el castigo. Es una manera de acabar rápido con el conflictivo y seguir adelante con la clase y la materia que tienes que dar, si o si, antes de que termine el trimestre. Pero muchas veces no se preguntan por qué actuamos como actuamos. Por lo general nos aburrimos en clase, o venimos con problemas de casa o simplemente estamos desmotivadas y nadie se pregunta por qué. Lo único de lo que se dan cuenta es de que molestas. La mayor diferencia entre un alumno y un profesor, es que cuando un alumno tiene un día malo, lo poco que puede hacer es molestar o no atender, en cambio un profesor puede descargarse contigo y castigarte, o mandarnos tareas. Lo que tenemos en común es que somos personas con sentimientos y días malos y buenos. No entendemos por qué nos tienen que enseñar tantas materias y contenidos, y no nos enseñan a vivir la vida. A gestionar nuestros conflictos y sentimientos. Creemos que ambas partes somos víctimas de un sistema educativo que no funciona por ninguna de las partes. Le da más importancia a las asignaturas que a las personas. ¿Por qué?
    Solo pedimos que nos enseñen, siendo ejemplo, a tratarnos con cariño, amabilidad y empatía. Nadie es más que nadie por tener roles diferentes!

    1. Creo que el comentario que haces es bastante atinado, ya que, a la par de ser crítico, aporta alguna idea para mejorar la labor docente.
      Es cierto que hay que avanzar en la línea que propones. Hoy en día los inputs de información que procesa cada persona pueden ser abrumadores. No es cuestión de aportar más y más contenidos. Como profesores no podemos aferrarnos a nuestro portafolio de contenidos como algo intocable e imperecedero, de tal modo que si la perdiésemos nos veríamos inermes y vanos ante nuestro trabajo.
      Es preciso adaptar los contenidos a las personas; no todo funciona igual con todos. No se trata tanto de trabajar en clase una recua interminable de contenidos como de elegir y desarrollar los que sean adecuados en cada momento para cada grupo. Eso no significa que los profesores no debamos programar, sino que nos fijaremos en la consecución prioritaria de otras metas o competencias, algunas de las cuales avanzas muy bien en tu comentario: saber gestionar los propios sentimientos y emociones o aprender a resolver los propios problemas.
      Por tanto, coincido contigo en que hay cosas que no funcionan y que habría que darles un serio lavado de cara, pero no estaría de acuerdo cuando dices que el sistema educativo » no funciona por ninguna de las partes».
      En definitiva el sistema educativo lo conforman las personas que se sienten implicadas en él, y esta es la parte que debemos cuidar prioritariamente. Al final están las personas que intentan hacer su trabajo día a día, y hay muchas que lo hacen con una ilusión a prueba de bombas y de bandazos políticos. Reconozco que no todo es maravilloso y que hay mucho que mejorar. En definitiva se necesitan profesores y profesoras mejor formados, que sepan tratar a los jóvenes de hoy, versátiles en los contenidos que utiilizan, y que mantengan intacta la ilusión con la que seguro que comenzaron su carrera profesional como docentes.

  2. ¡Buenas tardes! somos alumnos de 1ª ESO. Hay algunas cosas que nos dan rabia: ¿por que los profes te echan la bronca sin aber hecho tu nada? ¿ por que se desahogan con nosotros cuando tienen problemas de fuera? ¿ Por qué pìerden los nervios tan rápido sin razonar antes?
    Muchos profesores se comportan así. De todas formas también hay cosas buenas: a veces se preocupan por nosotros y nos hablan y tranquilizan cuando hay problemas. Ayudan a solucionar problemas sin perder los nervios.
    ¡Hay de todo!
    Si que es verdad que los alumnos también hacemos cosas malas.

    1. Hola.
      Como en todas las profesiones, hay profesores con más capacidad de escuchar y que conservan más la calma, incluso en situaciones de clase complicadas, y otros con menos. Es cierto que, por nuestra profesión, tendriamos que ser capaces de conseguir que los alumnos estuviesen a gusto en nuestras clases y se ilusionaran con las asignaturas, y a veces no lo logramos. Es de justicia reconocerlo, aunque he de decirte que no es tan fácil como puede parecer.
      Cuando algún alumno se queja y me dice que hay profesores que levantan mucho la voz para reclamar la atención que necesitan para que su clase pueda avanzar, yo les suelo decir que se pongan por un momento en el papel de ese profesor y que piensen cómo lo harían. Casi siempre las soluciones que dan estos son bastante tajantes y drásticas; mucho más que las de los profesores. Si lo haces verás que no es fácil.
      De todas formas, quiero agradecerte que hayas reconocido que también hay cosas buenas, y que los profesores se preocupan por sus alumnos. ¿No será también, que ese profesor que te echa la bronca en el fondo se proecupa porque cree que podrías mejorar más? Piénsalo, por favor.

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