Material de apoyo PORFÍA
Porfía: Pilar Corcuera | Jamal Romu | Monkey |Rolo | La Omega
Referencia
Dani estaba otra vez a su lado, pero no notaba ninguna atracción hacia él. Ni un mero escalofrío, como si estuviera tocando un cable eléctrico desconectado. Y sentía, medio inconsciente, que la mano de Dani le recorría el cuerpo, sin haberse tomado la molestia de acariciarle la cara o de darle un beso cariñoso en la mejilla, y que bajaba hacia los muslos y que le metía la mano por la entrepierna. Y que le tocaba, eso sí con suavidad, la zona del sexo como si fuera a poner a prueba si se resistía, o bien, se le ofrecía loca de placer.
Le invadía un leve sopor que le hacía mirar todo como si en realidad aquello no le estuviera sucediendo a ella, sino a la sombra de otra persona que estuviera a su lado. Y se imaginaba que estaba viendo todo desde fuera y le producía una inmensa curiosidad saber cuál iba a ser el siguiente paso. Aunque también se lo imaginaba.
Dani le fue soltando todos los botones de la camisa hasta dejar el sujetador a la vista. El paso siguiente fue acariciar los pechos con más delicadeza, con suavidad, como si temiera que Elsa fuera a salir de su estado de sopor, si él la tocaba demasiado. Elsa soltó un suspiro con un significado indefinido y se arrellanó en el sofá. Entonces, con los ojos entrecerrados, comprobó que Dani se levantaba y daba a algún botón de los aparatos que tenía entre las estanterías. En ese momento en que se encendió una lucecita roja enfrente de Elsa, se iluminó otra en su cerebro que le dio luz sobre lo que estaba pasando. O sobre lo que Dani estaba intentado hacer: había puesto en marcha la cámara para grabarla.
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Cuando Elsa y Dani llegaron a la lonja, comprobaron decepcionados que había alguien dentro. Era Carmelo que estaba en el cuartucho enredando con un ordenador. Tenía unos cascos de música puestos y ni se enteró cuando entraron. Cuando vio a Elsa apagó rápidamente la pantalla del ordenador que tenía delante.
— Tío, qué susto me has dado. Podías avisar cuando vienes—, le dijo a Dani mientras saludaba a Elsa con dos besos.
— ¡Qué sorpresa Elsa! Hacía tiempo que no te veíamos por aquí.
Según la saludaba le hizo una señal disimulada a Dani para que salieran del cuartucho. Éste, con la disculpa de ofrecerle una coca cola, llevó a Elsa fuera, pero eso no le impidió darse cuenta de que Dani le decía algo a Carmelo. Al poco tiempo Carmelo salió precipitadamente, diciendo que se tenía que ir, y les dejó solos a los dos
Esperanza Núñez era la orientadora del instituto.Esperanza, no tenía una relación académica directa con los alumnos, pero en razón de su cargo tenía un conocimiento particular y a veces exhaustivo de las circunstancias personales de cada uno de ellos, sobre todo de los más problemáticos. Quizás, el hecho de que fuera mujer favorecía que las alumnas fueran más proclives a sincerarse con ella. En varias ocasiones su consejo había servido para evitar consecuencias no deseadas en algunas primerizas relaciones sexuales. P. 21
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